Diez recomendaciones para el Día del Libro

Libros

Cualquier día del año es bueno para recomendar una lectura, pero el Día Internacional del Libro aparece como la excusa ideal para compartir los títulos que más nos han marcado. Más en este 2014 en el que se ha esfumado parte de la magia de la literatura con el fallecimiento de Gabriel García Márquez. Los que siguen son diez de los textos que han dejado una huella más profunda en mí. Diez páginas de un libro del que me quedan miles por leer. No voy a ser demasiado original, pero os aseguro que todos merecen la pena.

1. Cien años de soledad

Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez

A Gabo, estos días, se le puede llorar, pero sobre todo se le puede leer. Entre los ríos de tinta que han llenado los periódicos desde su fallecimiento destaca un comentario repetido por muchos. Su realismo mágico tenía más de real que de mágico. Seguramente es cierto, pero eso no implica que Cien años de soledad no sea pura magia literaria. Pocas plumas tienen semejante facilidad para conmover de esa manera a la hora de contar algo. Conmueve la historia, pero también la forma en que la cuenta. Gabo convierte la prosa en poesía para narrar la vida de una estirpe familiar maldita. Las páginas finales son un prodigio, pero yo me quedo con este párrafo:

Allí estableció su cuartel general, y proclamó la guerra total contra el régimen. La primera notificación que recibió del gobierno fue la amenaza de fusilar al coronel Gerineldo Márquez en el término de cuarenta y ocho horas, si no se replegaba con sus fuerzas hasta la frontera oriental. El coronel Roque Carnicero, que entonces era jefe de su estado mayor, le entregó el telegrama con un gesto de consternación, pero él lo leyó con imprevisible alegría. ¡Qué bueno! -exclamó-. Ya tenemos telégrafo en Macondo. Su respuesta fue terminante. En tres meses esperaba establecer su cuartel general en Macondo. Si entonces no encontraba vivo al coronel Gerineldo Márquez, fusilaría sin fórmula de juicio a toda la oficialidad que tuviera prisionera en ese momento, empezando por los generales, e impartiría órdenes a sus subordinados para que procedieran en igual forma hasta el término de la guerra. Tres meses después, cuando entró victorioso a Macondo, el primer abrazo que recibió en el camino de la ciénaga fue el del coronel Gerineldo Márquez.

2. Crimen y castigo

Raskólnikov y Marmeládov

Raskólnikov y Marmeládov

El delito de un hombre que busca el dinero necesario para salir adelante. El rencor contra una sociedad que no le proporciona lo que considera que merece. El orgullo de la excelencia, de saberse el mejor. La ruptura de  los corsés que limitan la exhibición de las propias cualidades. La lucha contra la ley en la forma de un rival tan cercano como peligroso. El peso insoportable de la culpa en una conciencia maltratada por el pecado. No, no es Breaking Bad, es Crimen y castigo. La obra cumbre de Fiódor Dostoievski resiste como pocas el paso del tiempo. Empezó a publicarse por entregas en 1866, pero se lee como un best seller del siglo XX. Si te gustó Match Point, la película de Woody Allen, prueba con el original. El personaje de Raskólnikov es, simplemente, fascinante.

A mi entender, si los descurimientos de Kepler o de Newton, por los motivos que fueran, no hubieran podido ser conocidos, sino a costa del sacrificio de una persona… o de diez, o de ciento, de cuantas usted quiera poner… que fueran un estorbo para esos descubrimientos o que se alzaran como un obstáculo en su camino, Newton habría tenido el derecho, incluso la obligación, de eliminar a esas diez o a esas cien personas para hacer llegar sus descubrimientos a la humanidad entera. Lo cual no significa en modo alguno que Newton tuviera el derecho de matar a diestro y siniestro a quien quisiera o de robar a diario en el mercado.

3. El señor de los anillos

El señor de los anillos

El señor de los anillos

Es el libro que adorna la cabecera de este blog. He perdido la cuenta de las veces que he leído la que seguramente es la mejor historia fantástica de todos los tiempos. No basta con ver las películas, están a años luz de la monumental obra de Tolkien. ¡Y tampoco vale saltarse El hobbit!

-¡Viejo loco” –dijo-. ¡Viejo loco! Ha llegado mi hora. ¿No reconoces a la muerte cuando la ves? ¡Muere y maldice en vano! –Y al decir esto levantó en alto la hoja, y del filo brotaron unas llamas. Gandalf no se movió. Y en ese instante, lejano en algún patio de la ciudad, cantó un gallo. Un canto claro y agudo, ajeno a la guerra y a los maleficios, de bienvenida a la mañana que en el cielo, más allá de las sombras de la muerte, llegaba con la aurora. Y como en respuesta se elevó en la lejanía otra nota. Cuernos, cuernos, cuernos. Los ecos resonaban débiles en los flancos sombríos del Mindolluin. Grandes cuernos del Norte, soplados con una fuerza salvaje. Al fin Rohan había llegado.

4. El corazón de las tinieblas

Joseph Conrad conoció de primera mano muchos de los lugares y las formas de vida que dieron lugar a las aventuras que reflejó en sus novelas. Se enroló como marino muy joven y recorrió buena parte del planeta. Algunos de los acontecimientos y de los personajes que aparecen en el estremecedor relato del viaje al interior de África narrado en El corazón de las tinieblas guardan una relación directa con sus propias experiencias. Marlow y Kurtz te atrapan al instante; se lee en una tarde. Como decía antes en el caso de Crimen y Castigo, si te gustó Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola, prueba con el original.

-…No, es imposible; es imposible transmitir la sensación de vida de una época cualquiera de la propia existencia; lo que le confiere veracidad y significado, su esencia sutil y penetrante. Es imposible. Vivimos igual que soñamos: solos.

5. El proceso

Franz Kafka

Franz Kafka

Mucha gente dice que lo más increíble de El Perfume, de Patrick Süskind, es que puedes llegar a sentir en tu nariz los olores que describe. De la misma forma, Franz Kafka provoca en el lector los sentimientos de angustia e impotencia que sufre Josef K. en la agobiante atmósfera de los surrealistas acontecimientos de El proceso. Una lucha frustrante contra lo incomprensible. No olvidarás el pasaje del guardián de la ley.

El hombre, que se ha provisto de muchas cosas para su viaje, las utiliza todas, por valiosas que sean, para sobornar al guardián. Este lo acepta todo, pero dice: “Lo acepto únicamente para que no creas que has omitido nada».

6. Historia de dos ciudades

En la lista no podía faltar una novela ambientada en una época tan excepcional como fue la Revolución francesa. Cualquier obra de Dickens, autor del famoso Cuento de Navidad, merece la pena, pero yo me quedo con esta intriga familiar que transcurre entre las ciudades de París y Londres y tiene un oscuro trasfondo de violenta tensión social. El final es de thriller.

¡Patriotas y amigos! ¡Ya estamos preparados! ¡A la Bastilla! Y aquel mar viviente se alzó con un rugido que retumbó como si la voz de toda Francia se hubiese articulado en la odiada palabra, se alzó ola tras ola, abismo sobre abismo, y anegó la ciudad hasta llegar a aquel punto. Tocaron las campanas a rebato, redoblaron los tambores, aquel mar enfurecido se encrespó y retumbó sobre su nueva playa, y empezó el ataque.

7. La carretera

¿Hasta dónde está dispuesto a llegar un padre para salvar la vida de su hijo? La novela de Cormac McCarthy es un relato tan duro y triste como entrañable, en el que un hombre pelea por sacar adelante a su pequeño descendiente en un viaje inacabable por un mundo apocalíptico en el que los pocos humanos que quedan con vida aparecen como la mayor amenaza para la supervivencia. El escenario y sus paisajes quedaron perfectamente retratados en la película que John Hillcoat dirigió en 2009, tres años después de la publicación de la novela, ganadora del Pulitzer. McCarthy es también el autor de otra historia de Oscar: No es país para viejos.

En aquellos primeros años las carreteras estaban pobladas por refugiados envueltos hasta arriba en sus harapos. Con mascarillas y gafas protectoras, sentados en la cuneta como aviadores fracasados. Sus carretillas repletas de desechos. Tirando de carromatos o carritos de supermercado. Los ojos brillantes en sus cráneos. Hollejos de hombres sin credo tambaleándose por los pasos elevados como emigrantes en una tierra salvaje. La fragilidad de todo por fin revelada. Viejos y preocupantes problemas desintegrados en la nada y la noche. El último ejemplo de una cosa pone punto final a la clase. Apaga la luz y se va. Mira a tu alrededor. <<Siempre>> es mucho tiempo. Pero el chico sabía lo que él sabía. Que siempre es un abrir y cerrar de ojos.

8. Vigilar y castigar

El Panóptico de Bentham

El Panóptico de Bentham

Los ordenamientos jurídicos suelen sostener que el objetivo de la prisión es la reinserción. No siempre ha sido así. Ha habido épocas en las que su fin reconocido era castigar a quienes quebrantaban las normas de la sociedad. Aún hoy existen países cuyos sistemas de Justicia incluyen correctivos que tienen poco que ver con la reinserción, como la cadena perpetua, la mutilación o, directamente, la ejecución. En Vigilar y castigar, el filósofo francés Michel Foucault trazó una fascinante historia de la evolución de los castigos legales, que han atendido siempre a los intereses de los más poderosos.

Como efecto de esta nueva circunspección, un ejército entero de técnicos ha venido a relevar al verdugo, anatomista inmediato del sufrimiento: los vigilantes, los médicos, los capellanes, los psiquiatras, los psicólogos, los educadores. Por su sola presencia junto al condenado cantan a la justicia la alabanza de que aquélla tiene necesidad: le garantizan que el cuerpo y el dolor no son los objetivos últimos de su acción punitiva.

9. Los guardianes de la libertad

¿Alguna vez has oído eso de que si lo cuentan tanto El País como El Mundo es que entonces tiene que ser verdad? Noam Chomsky y Edward S. Herman analizaron la cobertura que algunos de los principales medios de comunicación estadounidenses hicieron de acontecimientos informativos polémicos en la época en la que el mundo se dividía entre los bloques socialista y capitalista. Los autores destacan la llamativa convergencia de los enfoques de medios aparentemente muy distintos pero que, en esencia, responderían a intereses comunes.

Resulta mucho más difícil advertir la actuación de un sistema propagandístico cuando los medios de comunicación son privados y no existe censura formal; en particular cuando tales medios compiten activamente, atacan y exponen con cierta periodicidad los errores del gobierno y de las corporaciones, y se autocalifican enérgicamente de portavoces de la libertad de expresión y de los intereses generales de la comunidad. Lo que ya no es tan evidente (y sigue sin discutirse en los medios de comunicación), es la naturaleza limitada de tales críticas…

10. La rebelión de las masas

Y para terminar, nada mejor que una de las críticas más duras que se han escrito contra la falta de interés de la sociedad por la cultura. Todo un clásico de Ortega y Gasset, que alerta de la absorción del individuo por una determinada actitud que le convierte en parte de las masas intelectualmente inactivas. Para quien así quiera entenderlo, un llamado a despertar del letargo al que nos dejamos arrastrar demasiado a menudo y que va en detrimento del progreso social.

En rigor, la masa puede definirse, como hecho psicológico, sin necesidad de esperar a que aparezcan los individuos en aglomeración. Delante de una sola persona podemos saber si es masa o no. Masa es todo aquel que no se valora a sí mismo –en bien o en mal- por razones especiales, sino que se siente <<como todo el mundo>> y, sin embargo, no se angustia, se siente a sabor al sentirse idéntico a los demás […] el hombre selecto no es el petulante que se cree superior a los demás, sino el que se exige más que los demás, aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias superiores.

Si has leído alguno de estos libros estaré encantado de que me des tu opinión. Si además tienes alguno que recomendarme, te lo agradeceré mucho.

Acerca de Daniel Castresana

Soy periodista, licenciado en la Universidad Complutense de Madrid. También he estudiado el Máster de Periodismo del diario El País. Trabajé tres años en la cadena de televisión CNN+ y uno en El País. En 2013 viví en Guayaquil (Ecuador), donde trabajé en el diario Expreso.

Publicado el 23 abril, 2014 en Cultura, Literatura y etiquetado en , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 9 comentarios.

  1. Gracias por la información. En C.O.U leí «Cien años de soledad» escrita por el «amigo de Castro». Me gustó mucho y recuerdo lo fácil que era “meterse dentro” de la obra. Tampoco he olvidado la densidad que transmitía al lector el clima del poblado.

    Voy a leer «La Rebelión de las masas».

    Por cierto ¿alguien sabe la diferencia entre «Recibir siguientes comentarios por correo» y «Recibir nuevas entradas por email»?

  2. Aurora Muñoz

    La Carretera es uno de los libros más maravillosos que he leído, tanto que el final me hizo llorar (literalmente). Si uno no está muy acostumbrado a McCarthy puede que le cueste hacerse con el ritmo de narración en las primeras páginas, pero merece la pena. Es verdaderamente emocionante, más que por el viaje por la carretera, por el que están viviendo sus dos protagonistas por dentro. A quienes les guste éste, les recomiendo encarecidamente el más desconocido Sukkwan Island, del escritor David Vann: http://www.revistadelibros.com/articulos/david-vann-sukkwan-island Puede que no tenga la altura de la pluma de McCarthy, pero merece la pena. Hay momentos que te deja con la boca abierta.

    Para quienes leyeron Cien Años de Soledad y les gustó, les recomiendo la famosísima Casa de los Espíritus de Isabel Allende (con una adaptación cinematográfica absolutamente nefasta, dicho sea de paso). Es mi libro favorito.

    Aprovecho el comentario para recomendar cómics: Maus, obra biográfica de Art Spiegelman, ganador de un premio Pulitzer y El Azul es un Color Cálido, de Julie Maroh, en el que se basa la aclamada Vida de Adele.

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  3. La rebelión de las masas es un gran libro Luis, parece mentira que fuera escrito hace 80 años. Sukkwan Island también es una gran recomendación, Aurora : )

  4. Excelente selección. Si me tuviera que quedar con uno… El Corazón de las Tinieblas. Hipnótica novela.

  5. Conrad es buenísimo, ‘Nostromo’ también es increíble. Tengo pendiente ‘Lord Jim’.

  6. Vaya Dani, gran selección de la cuál no he leído ninguno :(

    He leído otros títulos:
    García Marquéz: “Memoria de mis putas tristes”
    Kafka: «La Metamorfosis»

    Así con lo que cuentas el que más e seduce es «El corazón de las tinieblas»

    Me encanta leer y siempre ando pidiendo recomendaciones de libros. Gracias porque aquí tengo lectura para todo el verano, o varios veranos, jijijijijij

  7. Pues pide, pide, aunque mejores que estos yo no te voy a poder recomendar (según mi gusto, claro : P).

  8. Qué buena colección Daniel, gracias por las recomendaciones. Te considero un profesional así que no dudes en seguir aconsejándonos lectura por favor ¡Gracias!

  9. Gracias Elena : ) Ya que pides, aprovecho para hacerme autobombo y recomendarte a este crack : P https://dcastresana.wordpress.com/2014/05/14/joe-sacco-el-pintor-de-reportajes/

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